Hay textos que cuestan más de escribir que otros.
Y este no iba a ser uno menos.
Con miedo, lagrimas y recuerdos lo empiezo.
En mitad de la carrera, justo en marzo todo paro, todo se frenó y todo se acabó.
Llena de sueños, miedos, expectativas y sobretodo recargada de fuerzas por la marea feminista tuve que romperme, romper mis pequeños proyectos e ilusiones para entender que estaba pasando a mi alrededor.
Al principio andaba perdida sin echar de menos solo esperando a volver, volver a llegar tarde, volver a estudiar de madrugada porque he tenido mil reuniones y que prepara alguna actividad a la casa de juventud, volver a escuchar el sonido de la campana, volver al patio con mis compañeras del año pasado que pese a que no encajé no me hacen sentir sola. Volver a llorar por no llegar o volver a ver a mis amigas y no quererme ir. Volver a clase de filosofía, y si fliparlo como una niña con todo lo que me cuentan. Volver a literatura y escuchar títulos de libros entre digresión y digresión. Volver a ver a las miradas de complicidad de Nuria y Elisa esperando que algún día seamos lea y yo . Volver a tener miedo a ir a clase, volver a replantearme porque no encajo. Volver a ver el mundo equivocada y que adaya me ayude a verlo de una forma más fácil. Volver a ser recibida con abrazos y besos. Volver para saber que era necesaria.
Volver a mi vida.
Fue muy difícil sólo quería llorar porque había perdido todo, había perdido muchas últimas veces y no fui capaz de asumirlo. No quería aceptar que cerré muchas etapas sin yo saberlo.
Había perdido las ganas de luchar.
Me comparaba, en mi cabeza solo sonaba PRODUCTIVIDAD, y yo era incapaz de pensar y ver el mundo que me rodeaba con el ojo crítico que me acompaña desde que tengo recuerdo.
Frustración, Angustia y ansiedad.
No solo bastó con que no hice deporte, no cocine o no leí. Se sumaron los deberes yo no tenía fuerzas ni para escribir en mi diario como me sentía. Menos fuerzas tenia para entender la vida de personajes ajenos o analizar una oración y lo que más me dolió ser creativa.
Esperaban más de mí de lo que yo podía dar en ese momento
Os podéis imaginar lo que supone para mi todo esto, estaba llena de frustración y yo era incapaz de ver que no era tan difícil y sobretodo que era Capaz.
en mi cabeza solo me recordaba lo mala que era y lo incapaz que era para hacerlo.
En mi cabeza solo sonaba la palabra capacidad como límite a crecimiento.
No os voy a mentir lo más duro no fue como me encontraba, lo más duro fue salir de allí sin herramientas y sobretodo sin personas. Sin personas de confort que me ayudan y me demuestran que confían en mi. Personas que me hacen mejor.
En toda este caos emocional escribí en huelga emocional que aunque no me sirvió para salir me sirvió para algo más importante PERDONAR(ME)
Me ayudo para distraerme y coger un poco de fondo.
Justo al mes y en vacaciones de Semana Santa creo salí un poco de mi caos emocional por fin pude hacer lo que más me llena, participar.
Además a lo grande en televisión, quizá es una tontería pero fue la primera vez que me sentí de nuevo que podía comerme el mundo, siempre siendo crítica pero era un apoyo que necesitaba.
Empecé a retomar mi diario y retomar de forma distinta mi nueva vida.
Adquirí una rutina que se ve muy condicionada por cómo me encuentre.
Acepte lo que había pasado. O quise hacer como que lo acepté
Es difícil para mi vivir esta realidad, vivir sin expectativas sin planes de futuro y sin las personas que quiero cerca.
Cada vez que hago algo que no puedo hacer o me cuesta mucho me derrumbo y como si fuera la catedral barcelonesa que no recuerdo el nombre, y de nuevo me tengo que volver a construir.
Es muy lento y duro pasar todos estos procesos cuando sabes que la sociedad ni te espera ni te entiendo.
Ahora sigo aferrada a las fases como recuerdo de que tendré que afrontar una realidad NUEVA.
Firmado una Alba que vivió una estación con tan solo recuerdos.
Y este no iba a ser uno menos.
Con miedo, lagrimas y recuerdos lo empiezo.
En mitad de la carrera, justo en marzo todo paro, todo se frenó y todo se acabó.
Llena de sueños, miedos, expectativas y sobretodo recargada de fuerzas por la marea feminista tuve que romperme, romper mis pequeños proyectos e ilusiones para entender que estaba pasando a mi alrededor.
Al principio andaba perdida sin echar de menos solo esperando a volver, volver a llegar tarde, volver a estudiar de madrugada porque he tenido mil reuniones y que prepara alguna actividad a la casa de juventud, volver a escuchar el sonido de la campana, volver al patio con mis compañeras del año pasado que pese a que no encajé no me hacen sentir sola. Volver a llorar por no llegar o volver a ver a mis amigas y no quererme ir. Volver a clase de filosofía, y si fliparlo como una niña con todo lo que me cuentan. Volver a literatura y escuchar títulos de libros entre digresión y digresión. Volver a ver a las miradas de complicidad de Nuria y Elisa esperando que algún día seamos lea y yo . Volver a tener miedo a ir a clase, volver a replantearme porque no encajo. Volver a ver el mundo equivocada y que adaya me ayude a verlo de una forma más fácil. Volver a ser recibida con abrazos y besos. Volver para saber que era necesaria.
Volver a mi vida.
Fue muy difícil sólo quería llorar porque había perdido todo, había perdido muchas últimas veces y no fui capaz de asumirlo. No quería aceptar que cerré muchas etapas sin yo saberlo.
Había perdido las ganas de luchar.
Me comparaba, en mi cabeza solo sonaba PRODUCTIVIDAD, y yo era incapaz de pensar y ver el mundo que me rodeaba con el ojo crítico que me acompaña desde que tengo recuerdo.
Frustración, Angustia y ansiedad.
No solo bastó con que no hice deporte, no cocine o no leí. Se sumaron los deberes yo no tenía fuerzas ni para escribir en mi diario como me sentía. Menos fuerzas tenia para entender la vida de personajes ajenos o analizar una oración y lo que más me dolió ser creativa.
Esperaban más de mí de lo que yo podía dar en ese momento
Os podéis imaginar lo que supone para mi todo esto, estaba llena de frustración y yo era incapaz de ver que no era tan difícil y sobretodo que era Capaz.
en mi cabeza solo me recordaba lo mala que era y lo incapaz que era para hacerlo.
En mi cabeza solo sonaba la palabra capacidad como límite a crecimiento.
No os voy a mentir lo más duro no fue como me encontraba, lo más duro fue salir de allí sin herramientas y sobretodo sin personas. Sin personas de confort que me ayudan y me demuestran que confían en mi. Personas que me hacen mejor.
En toda este caos emocional escribí en huelga emocional que aunque no me sirvió para salir me sirvió para algo más importante PERDONAR(ME)
Me ayudo para distraerme y coger un poco de fondo.
Justo al mes y en vacaciones de Semana Santa creo salí un poco de mi caos emocional por fin pude hacer lo que más me llena, participar.
Además a lo grande en televisión, quizá es una tontería pero fue la primera vez que me sentí de nuevo que podía comerme el mundo, siempre siendo crítica pero era un apoyo que necesitaba.
Empecé a retomar mi diario y retomar de forma distinta mi nueva vida.
Adquirí una rutina que se ve muy condicionada por cómo me encuentre.
Acepte lo que había pasado. O quise hacer como que lo acepté
Es difícil para mi vivir esta realidad, vivir sin expectativas sin planes de futuro y sin las personas que quiero cerca.
Cada vez que hago algo que no puedo hacer o me cuesta mucho me derrumbo y como si fuera la catedral barcelonesa que no recuerdo el nombre, y de nuevo me tengo que volver a construir.
Es muy lento y duro pasar todos estos procesos cuando sabes que la sociedad ni te espera ni te entiendo.
Ahora sigo aferrada a las fases como recuerdo de que tendré que afrontar una realidad NUEVA.
Firmado una Alba que vivió una estación con tan solo recuerdos.