sábado, 11 de abril de 2020

Aplausos dedicados

Desde el principio del confinamiento, los aplausos de las 20:00, el momento más solidario y emocionante del día, ha sido también el más triste para mi. Desayunar sola, comer sola, cenar sola, hablar sola; no me importa. Pero aplaudir sola hace que retumbe mi soledad. Ayer, mientras aplaudía desconsoladamente, lloré a rabiar. ¡Qué importancia tiene mi soledad pasajera si mi corazón sigue latiendo!

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